No hace mucho, teníamos la oportunidad de leer (lamentablemente no recordamos dónde) estudios en Estados Unidos donde se alertaba que la sobreprotección que muchos padres tienen con respecto a sus hijos, a los que quieren evitar toda clase de relación con circunstancias desagradables (muerte, violencia, enfermedad…) tiene consecuencias negativas posteriormente en su desarrollo emocional.

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Y es que, por muchas vueltas que le haya dado el autor a su propio texto, siempre suelen quedar cosas que pulir (la corrección es, en ocasiones, un proceso eterno, pues siempre se encuentran aspectos que se podrían mejorar). Por ello, es la editorial la que debería realizar la última revisión del texto, algo que también le interesa al autor, ya sea este servicio gratuito o no, significando tener que hacer un pequeño desembolso cuando se opte por la opción de la coedición, ya que las tarifas, en ese caso, deberían estar bastante por debajo del precio habitual de mercado, al asumir la propia editorial parte del gasto como es lógico. Es algo que merece la pena hacerse, pues el resultado final lo agradecerá.