El diván de Terra Ignota: Amanda Seibiel

Un día Breuer (protector de Freud) le contó a Freud sobre una conversación que había tenido con Nietzsche, íntimo amigo suyo, en la cual Nietzsche le había comentado que estando acostado en un diván era más fácil rememorar las cosas. Freud incluyó esa idea del uso del diván en la creación de su asociación libre.

Hoy estrenamos una nueva sección. Iremos invitando a nuestro particular diván a nuestros escritores para que se sinceren y nos cuenten lo que sus lectores siempre quisieron saber.

Nuestra primera invitada será Amanda Seibiel, que acaba de publicar su libro “Lo que quiero lo consigo” y tiene toda una legión de seguidores, con más de 60.000 solo en Facebook.

-¿Quién es Amanda Seibiel?

Soy una mujer a la que le gusta la tranquilidad de mi casa, estar con mi familia y no suelo salir mucho. Me gusta la puntualidad y que la gente tenga palabra. Odio las mentiras y defiendo a los míos a capa y espada. Adoro los animales y mi debilidad son los perros. Me encanta viajar, aunque ahora estoy en un momento de mi vida más sosegado. Me considero una persona rara por mi percepción de las cosas: a veces actúo de alguna manera que no es lo que la gente espera. Quizás por ser directa y decir las cosas a la cara. Si me callo, reviento. No me gusta hablar de religión, de política ni de dinero. Son conversaciones que siempre terminan mal.

-¿Cómo y por qué has escogido las localizaciones en las que se desarrolla la novela? ¿Tienen su importancia o son un mero escenario?

“Lo que quiero lo consigo” es mi primera novela y no tenía ni idea de cómo me iba a salir. Empezó todo un poco como de casualidad. Los escenarios lo escogí porque los conocía y había estado allí. Fue fácil escribirla basada en esos lugares por esa razón. Era como volver a viajar en el tiempo y regresar a aquellos sitios maravillosos. Evidentemente, nunca encontré un Marco y todo lo demás es ficción.

-¿Es la novela erótica un mero entretenimiento? ¿Por qué?

Empezó siendo un entretenimiento, luego se convirtió en algo especial. Jamás pensé que podría escribir una novela y menos de 436 páginas. Había comentado en varias ocasiones que ojalá tuviera paciencia para escribir todo lo que rulaba por mi mente, sería la leche. Lo intenté hace años, pero fui incapaz de pasar de la segunda página. Con esta novela y todas las que he escrito después, me he dado cuenta de que tienes que meterte en el personaje y sentir de verdad lo que escribes. Ahí es cuando empieza a cobrar realmente vida la novela. Si yo puedo sentirlo, entonces podré transmitirlo.

-¿Cuál es tu experiencia en las redes sociales con respecto a tu obra?

Pues es fantástica. Solo tienes que entrar en el Facebook y leerlo tú mismo. Aparte los mails privados que recibo sobre todo pidiéndome ya la segunda parte. Es algo que me abruma. Son gente maravillosa y son ellos los que me motivan para que siga escribiendo. No busco la fama, solo quiero que lean mis libros.

-¿Qué le dirías a tus lectores?

Para mí, es algo más que una novela erótica. Marco es un personaje fascinante que te revuelve las neuronas. Hay muchas mujeres que están desmotivadas e incluso con la autoestima por los suelos. Leed. Leed este tipo de literatura.

A mí me ayudó en unos de los peores momentos de mi vida. Te cambia la forma de pensar, te sube la libido, la moral, la ilusión, te alegra la vida…

Lee mi libro o cualquier otro de esta temática, en serio. Es un mundo nuevo a descubrir que todavía muchas mujeres y hombres desconocen.

Sé la protagonista de la novela y déjate seducir por Marco y vive en primera persona todas las emociones y sentimientos que despertará en ti. Atrévete y luego me lo cuentas. Verás como no te miento.

– Muchas gracias Amanda por tu tiempo.

Gracias a vosotros.

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